Este viernes se reanudó el juicio por la muerte de Jimena Salas, después del cuarto intermedio determinado el pasado miércoles.
En esta jornada, declaró la Jefa del Servicio de Biología Molecular del CIF, quien detalló su extensa a su intervención en la causa desde 2017. La profesional explicó que el Laboratorio que encabeza, se encuentra certificado y con acreditación a nivel nacional, y que es evaluado periódicamente.
En el año 2017, cuando murió Jimena, de la escena del crimen se tomaron muertas de sangre y epiteliales, de donde surgieron dos perfiles genéticos masculinos que guardaban correspondencia entre sí, con una línea patrilineal. Es decir, que eran familia. Estas muestras, fueron compartidas oportunamente con Bancos de Datos Genéticos de las provincias de Jujuy, Córdoba, La Pampa, Mendoza y Buenos Aires.
En total, se realizaron 162 muestras indubitadas, correspondiendo 44 al año 2017, 5 al año 2018, 17 al año 2021 y 19 entre 2022 y 2023. De allí, se obtuvieron 15 muestras puras del perfil genético identificado como de hombre 1, que luego, se correspondería con el de uno de los imputados en la causa.Dijo que del perfil genético identificado como de hombre 2, se obtuvo una muestra pura y varias donde había perfiles genéticos mezclados.
En el año 2018, se remitieron muestras tomadas de la víctima y de una prenda de vestir de una de las niñas al Laboratorio Regional de Genética del NOA en la provincia de Jujuy, donde se identificaron perfiles genéticos.
Tras la detención de los imputados, se logró establecer la correspondencia del perfil obtenido de la remera de la niña, con el perfil de uno de ellos.